Pepe Fernandez.Responsable de Politica Sectorial FSC-CCOO.
Si España cae, niños del mundo,
caerá la alegría. Un poema de Cesar Vallejo titulado España aparta de mi este caliz, de los años treinta del siglo pasado
decía esto, en un tiempo convulso y acelerado en el que vivir era una necesidad
exigida por las masas obreras, en el que conquistar el presente y asegurar el futuro era un objetivo que
movía a cientos de millones de personas por todo el planeta.
Si España cae, como si estuviésemos repitiendo la misma historia, como si se estuvieran produciendo los mismos acontecimientos, millones de personas se están quedando a la intemperie por la voracidad de los mercados, por la avaricia de los todopoderosos, por la brutalidad de los conservadores reaccionarios y de derechas.
Si España cae, si cesan las movilizaciones, si se detiene el movimiento obrero, si los estudiantes no protestan, si las mujeres no exigen sus derechos, si los intelectuales cesan en su crítica, si se para la lucha, desaparecerá la historia, la pequeña historia cotidiana que construimos en cada instante, en cada momento de intimidad y cercanía con los nuestros y la gente a la que queremos.
Hoy, utilizando a carteros de Correos, un servicio público que detestan, que quieren privatizar y destruir, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha enviado cientos de burofaxes para despedir a los indómitos trabajadores y trabajadoras de Telemadrid, a ese gran grupo de dignísimas personas que han plantado cara a la ignorancia, la manipulación y la mentira que quieren colar los dirigentes del PP en nuestras casas y nuestras mentes.
En el pozo de la manipulación informativa, de la propaganda al servicio de los oscuros intereses de un reducido grupo de oligarcas y corruptos, no hay dignidad. Se la han llevado toda los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid que han resistido años de asedios, tensiones, presión y acorralamiento.
El resultado del ERE estaba anunciado, se quiere escarmentar al conjunto de los trabajadores de Madrid con una brutal respuesta, para paralizar las conciencias y adormecer las respuestas.
Pero como decía hace dos días Alfon, ese chico que ha pasado casi dos meses en la cárcel imputado por una quimera y que se ha convertido en un símbolo de la lucha por las libertades políticas y democráticas en España (si España cae), en algún momento el miedo cambiará de lado y lo sentirán aquellos que ahora lo dispensan a manos llenas contra los trabajadores y las organizaciones que les encuadran.
Momentos como los vividos hoy a la puerta de Telemadrid, cuando salían los trescientos encerrados, justifican toda una vida de luchas y sacrificios de militancia sindical y política.
Gracias a todos los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid por el ejemplo que habéis dado, se os recordará como a los de Sintel, como a los mineros, como a los metalúrgicos y gráficos que han forjado las debilitadas libertades de que todavía disponemos.
Nos seguiremos viendo en las calles y en la batalla jurídica.
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