Se están formulado en los últimos años unas ideas que podríamos llamar tópicas: menos estado, menos administración, más sociedad civil, más libertad, más competencia; devolución a la sociedad de su protagonismo; menos prestaciones públicas, más responsabilidad de cada ciudadano de su propio bienestar y de su futuro; reducción de la actividad administrativa a la participación en planificaciones negociadas, a regular ciertas actividades y, luego a inspeccionar su ejecución; atribución a la Administración de la supervisión o alta inspección del conjunto de las actividades planificadas; transformación de la burocracia en un sistema gerencial y, más aún, en un régimen de empresa.
Una de esas muchas afirmaciones que se repiten reiteradamente es el enorme gasto que suponen los servicios públicos y por consiguiente lo difícil que es mantenerlos. Este discurso es difícil de sostener cuando se ponen datos encima de la mesa. El gasto público total en relación al Producto Interior Bruto en España es del 36% actualmente.
El gasto público total en relación al PIB, ha aumentado en los últimos años, y esto es debido en gran media al aumento de las políticas de gasto social ( fundamentalmente el pago de las prestaciones de desempleo). Lo que nos lleva a ver cual es y como se reparte el gasto publico. El peso del gasto en políticas sociales en relación al gasto público total es de un 83% en el gasto en políticas sociales se incluye los ocho capítulos del sistema europeo SEEPROS (Salud, Invalidez, Vejez, Supervivencia, Desempleo, Familia-hijos, Vivienda y exclusión social) y los gastos públicos en educación.
El resultado final demuestra que son las políticas sociales las que soportan el gasto público. Y que el gasto en personal es muy pequeño sobre el total del gasto público. En España se destina alrededor de 100 millones de euros al pago de los salarios de los empleados públicos. Si tenemos en cuenta que según el registro central de personal los empleados públicos en todas sus regimenes los forman alrededor de 2.600.00 empleados, las retribuciones medias de los empleados públicos en una pequeña cuenta no distan mucho de la media del resto de los ciudadanos.
Al final hay que explicar que no es una cuestión de gasto publico, el sueldo de los empleados publicaos es una pequeña parte de los presupuestos, y aquí pongo un ejemplo de gestión publica eficaz. Los costes de un plan de pensiones privada son de media un 8% mas alto que lo que cuesta la misma gestión en la Seguridad Social.
Porque al final de todo este camino, cuando los ciudadanos tienen problemas acuden al estado, cuando hay problemas de emergencias acuden al estado, cuando hay emergencias acuden al estado, es decir al estado se le pide solucionar cosas, pero no tener empleados y pagar poco por ellos y por sus servicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario