El Secretario de Estado para las Administraciones Publicas,
Antonio Beteta, vuelve a dar la nota esta vez declarando en todos los medios
sobre la puesta en marcha, de manera "inmediata", por parte del
Ministerio de Hacienda de la evaluación de las tareas del personal a su cargo.
Este individuo no recuerda que hace tiempo que se viene demandando el desarrollo del Estatuto
Básico del Empleado Público (EBEP), donde se recoge la carrera profesional y la
evaluación del desempeño por parte de todo el mundo.
Todos los sindicatos firmantes del EBEP en 2007, son
partidarios del desarrollo reglamentario de su Título III en el que se recogen
los derechos y los deberes de las y los empleados públicos, como parte
fundamental para un mejor desempeño profesional de estas personas y para una
mejor eficacia y eficiencia de la Administración Pública española.
El seguimiento y evaluación de la labor profesional del
personal de las Administraciones Públicas no es ninguna "trampa” para los
empleados, como asi lo califican
algunos, es una garantía para la calidad del servicio público, para conseguir
una mejor Administración Pública, más competente y más competitiva.
Los planes de evaluación por desempeño se están
desarrollando ya en la Administración General del Estado mediante experiencias
pilotos, en las que la una vez más la participación sindical brilla por su
ausencia. Ese es el principal motivo de preocupación para todos. La falta de
negociación, la imposición de medidas que es la tónica últimamente aplicada por
el Gobierno del Partido Popular.
El secretario de Estado tambien afirma en sus declaraciones que el
número de empleados públicos ha aumentado desde junio de 2010 a junio de 2011, datos
que ha extraído del Boletín Estadístico de las Administraciones Públicas y que
son correctos. Pero se olvida, supongo que por error de sus asesores, de los
datos de la Encuesta de Población Activa que, en el primer trimestre de 2012,
arroja una pérdida de casi 200.000 empleos en las Administraciones Públicas
respecto al dato del boletín de junio de 2011.
Por último y ante esta ola de recortes y medidas contra los
empleados públicos, promovidas en cierto modo por el Secretario de Estado, creo que
debe de quedar claro que tanto el personal funcionario como el laboral ha dado sobradas
muestras de su buen hacer profesional aun sufriendo recortes en tiempos de crisis como hoy por
ejemplo en sanidad y educación. Nadie
nos defiende, incluso nuestro “ jefe” nos desprecia, no pone en valor nuestro
trabajo, asi que solo nos queda que nosotros pongamos en su justo valor la labor que llevamos a cabo
en defensa de unos servicios públicos de calidad en todos los ámbitos.
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