Los sindicatos han convocado una
huelga general para el 14 de noviembre y en el aire están las preguntas de siempre: ¿tendrá éxito?,
¿servirá de algo?
Hay preguntas que se repiten
sistemáticamente, una de ellas es ¿para
qué sirven las huelgas? Las huelgas, y en concreto las huelgas generales, por supuesto, son uno de los pocos
instrumentos que actualmente tiene la ciudadanía para responder de una forma
contundente y generalizada a las políticas de recortes. Aunque hay mucha gente
que por su situación no puede hacerla, bien porque está en el paro o por la
precariedad de sus puestos de trabajo, -en estos momentos con casi 6 millones de parados (este
trimestre la EPA
volverá a ser negativa), por la precariedad
y el miedo al despido- a la huelga general debemos de sumarle la huelga de
consumo, con lo que todo el mundo tendrá su espacio el día 14.
La huelga general es la forma mas
visible que tiene la sociedad para protestar, es la forma que tiene la ciudadanía
de hacerse visible y demostrar su grado de disconformidad con las leyes que se
están aprobando, sólo con una huelga general se consigue una visibilidad que no
otorga ningún otro movimiento social, tanto por su repercusión mediática como
por su repercusión social.
Esta huelga brinda a la
ciudadanía la posibilidad de manifestar su rechazo a las políticas de restricción
ejecutadas por este Gobierno y que son
impuestas desde Europa. La imposición de la austeridad fiscal, los compromisos estrictos de déficit, las líneas de reforma
laboral neoliberal y de desmantelamiento del estado de bienestar, las ayudas a
los bancos, mientras los ciudadanos pasan hambre, son las razones fundamentales
para convocar una huelga.
Este gobierno que tiene mayoría
absoluta la utiliza para justificar los
recortes que se nos imponen desde fuera pero que este gobierno ejecuta con
extrema virulencia haciendo recaer el esfuerzo sobre las clases más humildes.
Ahora mas que nunca es necesario reforzar el sentimiento de lucha y resistencia
de nuestra sociedad y esta oportunidad
la da esta convocatoria de huelga general.
Este es el momento de que, al margen de la decisión personal sobre secundarla o
no, todos nos sintamos unidos ante los ataques que se están produciendo a
nuestro escaso y frágil estado de bienestar, todos juntos podemos modificar las
políticas de recortes, porque todos podemos ser uno y generar la suficiente confianza entre la ciudadanía
para cambiar el recorte por el crecimiento.
Todos tenemos en mente la primera
huelga general del 14 de diciembre de 1988 que consiguió paralizar todo el país,
esa huelga en la que las calles estaban vacías, los transportes cerrados y las
empresas y la administración no un número reducido de empleados y empleadas, esa huelga en la que participaron trabajadores
y ciudadanos, no sólo los trabajadores esa huelga en la que todo el mundo
cerro, esa huelga que no fue general sino nacional es lo que hoy necesita este país.
Esta huelga no afecta a
trabajadores asalariados, utilizados y criminalizados por la ultima reforma
laboral, afecta a los pequeños empresarios que han visto como la subida del IVA
y los impuestos hacen peligrar sus negocios, afecta a los pensionistas que
han visto como sus pensiones se congelaban y deben de pagar los medicamentos,
afecta a los parados que ven como se reducen sus prestaciones, afecta a los
padres que contemplan como se destruye la educación de sus hijos, afecta a los
enfermos que reciben prestación asistencial recortada, afecta a los conductores
que ven encarecer la gasolina, afecta a los agricultores, ganaderos y
pescadores que ven como su trabajo cada día vale menos, en definitiva esta
huelga no solo es de unos pocos, es la huelga de todos los españoles que ven
como su país se desmorona sin que nadie tenga mas idea que recortar y ajustar.
Pero además esta huelga es europea
porque ahora más que nunca necesitamos que esta huelga sea un punto de
inflexión en la respuesta social a las políticas, de destrucción de crecimiento social y económico, impuestas
por la troica, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
El 14N no es una lucha de los sindicatos y el
gobierno, es la lucha de numerosas organizaciones sociales, de organizaciones
civiles, en definitiva es una oportunidad para que todo el malestar ciudadano
converja en una movilización, que marcara un nuevo hito en la larga lucha
emprendida por la ciudadanía española y europea para modificar las lesivas políticas
restrictivas que aplica este gobierno.
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