viernes, 28 de marzo de 2014

El dolor del silencio


Silencio, un silencio atronador, un silencio que se agarró a mi corazón, un silencio que precedía a la rabia, a la indignación. Así, en silencio en el más absoluto silencio, los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid recibían la noticia de que su despido era improcedente, así recibían la resolución del Tribunal Supremo que fallaba que el ERE era improcedente.

La plaza de la Villa de París, sede del Tribunal Supremo, era una fiesta a la llegada de los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid sobre la 13 horas. Su camino esa mañana se había iniciado a las 9 horas en la sede de la televisión madrileña, en la ciudad de la Imagen.

Su primera gran parada era su clásico recorrido, con inicio en la Plaza de Jacinto Benavente y la Puerta del Sol, lugar donde se encuentra la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ahora preside el señor del chalet en Marbella y antes lo hacia la Condesa de Bornos ( Esperanza Aguirre). 

La gente aumentaba y las muestras de apoyo y cariño de los ciudadanos también, cada vez había más trabajadores de Telemadrid, muchos con toda su familia, niños pequeños, padres con hermanos y con amigos, pero sobre todo había esperanza, ilusión, ganas de que la resolución judicial fuera favorable.

La manifestación se acercaba al Tribunal Supremo, pero un poco antes tuvo otro punto de parada importante, la sede del Partido Popular en Genova, allí los gritos de ladrones, chorizos, fueron los predominantes. Mientras, cada vez se incorporaba más gente y quienes habían comenzado la marcha estaban más animados, siempre con la esperanza de que la sentencia fuera favorable.

Tras llegar a las puertas del Tribunal Supremo, eso sí ampliamente protegido por la policía que situó a los manifestantes a una buena distancia de la puerta principal del Tribunal, los trabajadores y trabajadores continuaron cantando, aplaudiendo y animándose unos a los otros.

El tiempo pasaba, no había noticias, entonces sobre las 13,40 llegó sigilosamente la noticia, alguien se acercó a mi y me dijo: “es improcedente, es improcedente”; en ese momento, llegó el silencio.

Un silencio que llevó a las lágrimas y a la decepción. Decepción en una justicia que vuelve a dar la espalda a los trabajadores, que vuelve a ponerse del lado de los poderosos, en este caso, de la Comunidad de Madrid.

Una justicia que ha olvidado que muchos de los trabajadores y trabajadoras de Telemadrid habían pasado procesos de selección, mientras que la mayor parte de los que hoy continúan en el ente no lo han hecho. Una justicia que da la espalda al sin sentido de un ERE que tiene un fin político, que pretendía destruir, desde el inicio, a una plantilla que se había mostrado contraria a acatar las continuas manipulaciones y engaños que los directivos pretendían aplicar. Una justicia que nuevamente abandona a 863 personas trabajadoras, que han luchado día a día en la calle para salvar sus puestos de trabajo y también para salvar una televisión pública que hoy está en manos de unos cuantos amigos del Partido Popular.

Una justicia que apoya a una administración que tendrá que hacer frente con el dinero de todos los madrileños y madrileñas a unas indemnizaciones que costarán casi lo mismo que el presupuesto anual de 2014 de Telemadrid. Una justicia que, en definitiva, abandona a los más débiles.

Y los más débiles son los trabajadores y trabajadoras que ayer mismo eran acusados por el consejero de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, de realizar escraches ante el Tribunal Supremo, mientras él y su presidente llevan meses anunciando que si el ERE se declaraba nulo cerrarían Telemadrid.

Al final, a mí me queda el silencio, ese, que tras haber pasado ya muchas horas, no soy capaz de quitarme de la cabeza y que no para de seguirme mientras escribo este artículo. El silencio, que supone la muerte de una esperanza, la muerte de una ilusión; el silencio, que supone la muerte de una parte de la vida de muchos trabajadores y trabajadoras de Telemadrid.

Pero hoy, Carmen, Teresa, Jorge, Cristina y las 859 personas restantes, trabajadora de Telemadrid, tienen un lugar destacado en mi memoria, en mi pensamiento, por su honestidad, por su lucha, por su entrega a una causa que les ha llevado a estar siempre en la calle, reclamando su derecho a tener un trabajado en una televisión pública, sin manipulaciones y falsedades.

A todos, y a cada uno de ellos, mi abrazo, mi apoyo y mi admiración.

viernes, 7 de febrero de 2014

El Regalo envenenado de Función Pública

La Secretaría de Estado de Administraciones Públicas (SEAP) acaba de emitir una Resolución por la que reconoce un día de permiso adicional al personal al servicio de la Administración General del Estado (AGE) y sus organismos públicos por la coincidencia en sábado de dos festivos nacionales no recuperables y no sustituibles en 2014.

Esta Resolución se dicta como consecuencia de lo establecido en las Instrucciones sobre Jornada y horario de trabajo del personal al servicio de la AGE, que reconoce este derecho, en el caso de coincidir uno o varios festivos en sábado, siendo necesario para la efectividad de su disfrute que sea así determinado en una Resolución de la SEAP.


Otra limitación establecida en las citadas Instrucciones es que, al margen del número de festivos que coincidan en sábado, solamente se podrá conceder un día más de permiso por asuntos propios.

Es decir el gobierno pretende regalarnos un día como si esto ya fuera más que suficiente para esos pobrecitos empleados públicos de la AGE, que nunca protestan por sus derechos y así seguir manteniendo a un amplio colectivo de personal funcionario y laboral absolutamente dócil a la causa aunque esta haya sido la que ha propiciado los mayores recortes de derechos a los empleados públicos de toda la historia democrática de nuestro pais. 

Si esto es suficiente para cerrar la boca a los empleados públicos, todos nuestros derechos continuaran durmiendo en el baúl del señor Beteta y del señor Montoro , esta dádiva es solo una mínima parte de todo lo que nos deben y nos tienen que devolver. 

Os dejo el enlace donde se puede descargar la resolución:



miércoles, 5 de febrero de 2014

La ciudadanía ve a España como el país más corrupto de Europa

 Bruselas presenta su primer informe sobre la corrupción, donde los ciudadanos de España y Grecia, se consideran los más afectados por este problema. El informe aclara que las Administraciones Públicas acaban pagando entre un 20 y un 25% más de lo que deberían en sus contratos de obras y servicios debido a la corrupción. Teniendo en cuenta que las licitaciones públicas mueven alrededor del 18,6% del PIB, la economía española pierde más de 47.000 millones de euros en prácticas ilegales.
La Comisión Europea ha publicado el primer informe sobre la corrupción en Europa en el que se concluye que España es uno de los países donde el problema está más extendido y en el que los ciudadanos interpretan que más afecta a su vida diaria, en concreto el 63% de los españoles se consideran afectados.

Según la Unión Europea se estima en 120.000 millones el coste anual de la corrupción en todos los países de la UE, el mismo informe sugiere a España una amplia lista de medidas para solucionar y atajar el problema. En nuestro país, uno de cada cuatro euros destinados a contrataciones públicas en España se pierde en prácticas corruptas.

Para poner freno, el informe recomienda una serie de medidas a todos los gobiernos y, en el caso español, el informe es especialmente extenso, haciendo hincapié en que "Un reto especial lo constituye la corrupción política y los deficientes controles y equilibrios, especialmente en lo relativo al gasto público y a los mecanismos de control a escala autonómica y local", advierte la comisión.

Como medidas para superar esas "insuficiencias", insta a aplicar las nuevas normas sobre financiación de los partidos políticos o desarrollar la recién aprobada Ley de Transparencia para que tenga un mecanismo independiente de supervisión e implantar un sistema de sanciones disuasorias, recomendaciones que ya efectuaron las ONG y colectivos que trabajan en este campo y que se declararon decepcionados por el alcance de la nueva normativa.

El texto también advierte a España que debe acabar con las "irregularidades" que se producen en los procedimientos de contratación pública, de nuevo con especial énfasis en la escala territorial. A nivel comunitario, el incluye un anexo específico sobre la cuestión y cita un informe académico según el cual de media en Europa las Administraciones acaban pagando entre un 20 y un 25% más de lo que deberían en sus contratos de obras y servicios debido a la corrupción.

En definitiva, todos estamos pagando que unos pocos se esten llevando nuestro dinero, nuestro futuro y las ilusiones de millones de ciudadanos que cada dia se estrujan la cabeza para encontrar la forma de llegar a final de mes.