lunes, 3 de mayo de 2010

QUIEN QUIERE ACABAR CON LOS EMPLEADOS PÚBLICOS?



Una parte de la población y algunos responsables nos han señalado a los funcionarios como responsables del déficit público, cuando no de la crisis. Partiendo de este razonamiento, dicen que es necesario disminuir nuestro número, así como congelar e incluso reducir nuestro sueldo, como sucede ahora en Grecia Pero quien es el responsable?.. y cuales son los problemas más importantes a los que los empleados públicos nos enfretamos?...

El principal problema de la Administración española no es el sueldo de los funcionarios, sino su funcionamiento (del que, evidentemente, no somos culpables ). El problema de fondo no es el número de los funcionarios ni tampoco evidentemente nuestros sueldos. El problema se encuentra en la gestión. ¿Se están utilizando, verdaderamente, los medios con los que cuenta la Administración para satisfacer el interés general?, o por el contrario se sigue despilfarrando dinero sin sentido en innumerables chapuzas , excesos y en enormes errores en materia de gestión de personal, y en medios materiales?

Ahora bien, la adopción de medidas de recorte no le compete al funcionario. Tendrán que efectuarlas los que, en este momento, tienen capacidad para ello. Pero parece que nadie, ni gobierno central, ni partidos políticos, se preocupan por el funcionamiento de la Administración. Sólo se critica, que es lo fácil, sólo se demoniza a los funcionarios, que es lo injusto.

Se ofertan como soluciones la externalización de servicios (ocultando su coste siempre mas alto que el que desempeña el personal funcionario), la asignación de puestos directivos a personal no funcionario, la reforma del sistema de acceso y la congelación salarial, entre otras. Pues ciertamente, éstas son las peores soluciones.

Todas estas acciones no son las soluciones. Todos sabemos que, al final, resulta más caro, es menos eficaz y, desde luego, menos independiente. ¿O quizás se ofertan estas soluciones porque, en definitiva, a nuestros políticos les interesa tener gente más moldeable?. Nada va a mejorar a no ser que se garantice la profesionalidad e independencia de los funcionarios, que está cada vez más amenazada, y el objetivo final no es el interés general si no el de cada partido político.

Otra cuestión fundamental, que nadie quiere abordar es sin duda, el control del gasto público. ¿Nuestro país puede soportar el coste económico que ha significado la estructura surgida tras el debate territorial? , Como es posible que las autonomías aumenten 80.000 empleos durante el año 2009 y la administración del estado haya perdido efectivos?.

Estos son elementos y razones para defender el empleo Publico, de cara a todos aquellos que hoy quieren acabar con nosotros?

3 comentarios:

  1. A mí lo que me resulta sorprendente es la nula defensa del empleo público ante las externalizaciones, un ejemplo evidente de ello es Tráfico: encomiendas de gestión a centros médicos, a gestorías...curiosamente a quienes interesa el negocio y el trapicheo, el programa de sanciones, los puntos...El funcionario se queda o sin funciones o al son que toquen los centros privados, porque realmente no van a formar parte del proceso, pero sí ha de solucionar los problemas sin un soporte documental. Había salido un informe del Tribunal de Cuentas sobre el exceso de externalizaciones en la administración pública, que se debía evitar. ¿Qué se ha hecho por parte de los sindicatos en este tema? Para defender al funcionario ha de tener funciones y como las externalizan nos vamos quedando sin ellas.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con Rosa ¿se está haciendo algo? Una vez me pasaron una especie de informe sobre las externalizaciones en la DGT. Yo soy licenciada en Derecho, y creo que era realmente bueno pero ya no he sabido nada más. Desde luego estaba escrito por una chica de CCOO según lo que pude ver, pero ya no he recibido más noticias sobre aquello. Espero que se siga trabajando en este sentido porque había un análisis sobre cesión ilegal de trabajadores muy riguroso. Me gusta que se estudien estas cosas, y me gustaría que se denunciaran más. La DGT va a la deriva...

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